lundi 9 juin 2008

Y después de unos cuántos meses... jeje

Después de no sé cuánto ausente de la escena política, económica, social, religosa, académica y de todas las escenas posibles, Marisol reaparece.
Pues si, ya qué verdad, casi a unos días de estar de regreso, de que este viaje que parecía interminable llegué a su fin, pero estoy emocionada, saben? Más emocionada de regresar que lo estaba cuando llegué.
Siento maripositas en el estómago, nervios, angustia, como es difícil el cambio!! Ya no se trata de lo mucho que he disfrutado estar por acá, no se trata de si me trato o no me trato bien la vida, se trata de una cuestión de miedo al cambio. Siento que el tiempo ya se me viene encima, que no me quiero ir, que ya mejor me quedo aunque de vez en cuando sufra. Al menos es un sufrimiento que ya conozco y al que ya sé por dónde agarrarlo para que deje de joder (con acento español, pa´ que no sea grosería, jeje)

Algo que sé que voy a añorar es la libertad, la independencia, la soledad, bueno hasta la escasez que me hacia valorar todo más y más. También siento que regresaré sintiendome todopoderosa, me conozco y sé que pensaré " Por Dios, Marisol, si pudiste con París, ¿qué no puedas con México?" Y no porque México sea menos complicado que París, pero en México nací, lo llevo en la sangre. ¿Cómo no poder con México?

Pues si... Bueno después de está reflexión tengo que contarles que estoy muy feliz. Tengo amigos, gente que me ha acompañado a lo largo de este viaje, todos igual de sacados de onda que yo, todos igual de necesitados de cariño, todos igual de solitos. Estos últimos días todos hemos disfrutado cada vez más y más. Salimos a pasear, al cine, a "promenearnos" por París cuando nos va mal, a tomar una cerveza cuando un evento lo amerita (o sea, casi diario hay un evento que lo amerita), a contarnos una y otra vez nuestras vidas sin cansarnos, a analizar a los franceses hasta el cansancio y criticarles hasta la forma de parpadear, y todo sólo por el gusto de perder el tiempo juntos. Tanto hemos convivido ya con esta cultura, que siento que ya poco a poco todos nos hemos hecho un poco franceses: gruñones, criticones, insoportablemente analíticos y poco tolerantes. En fin, el chiste es que entre nosotros nos aguantamos. Tal vez sea porque el tiempo y el espacio nos ha hecho querernos, tal vez sea porque en realidad somos compatibles o tal vez sea porque de plano no nos queda de otra.
Para mí, esto no es así. Para mí, ellos son quienes han hecho mis días más y más felices cada vez, ellos son quienes me ayudan a soportar este mundo y quererlo cada día más, ellos son ahora mis amigos, quienes me dicen todos los días que estoy loca, que me llaman para preguntarme si vamos a comer o a tomar una chela, quienes me gritan mis defectos en la cara y también quienes me quieren a pesar de TODO. Es a ellos a quienes quiero hoy dedicar este momento! Este segundo que me toma escribirles una carta y decirles que los voy a extrañar... que nunca podré pensar en París sin ustedes a mi lado y que cada vez que venga, recordaré aquél día que fui con Mich a ver Sex and the City a Campos Elíseos y pasamos horas maquillandonos en Sephora o las veces que se quedó a dormir en mi casa, las veces que fuimos a caminar por ahí, a tomar un café, a comer a McDonalds, de shopping todo un día para encontrar mis regalos de cumpleaños, los días que pasamos contandonos de nuestros días y noches, de nuestros amores y desamores, de todos esos días que lloramos juntas, ay, Mich... Todavía no esto no se acaba y siento que ya te extraño... Amanda!!! Bueno, con ella podía pasar horas enteras de clases platicando por papelitos, recuerdo también aquella vez que nos morimos de la risa tratando de decir trabalenguas en portugués y en español, y todas las veces que se ponía furiosa porque algún profesor faltaba a clase o dejaba una tarea a ultima hora. Finalmente (y no por eso menos importante), cómo olvidar a Omar? IMPOSIBLE. Mi querido gruñón, mi psicoanalista, mi compañero y mi ángel de la guarda. Jamás olvidaré esos días que me quedé a dormir en tu casa y me hacias de desayunar y veíamos películas y caminabamos por París hablando de lo que fuera, aprendiendo uno del otro, criticándonos hasta el cansancio, discutiendo de lo que fuera que se nos atravesara o de lo que no se nos atravesara... Lo dos igual de tercos...
Personas han pasado por mi vida, muchas que llevaré por siempre en mis recuerdos, pero a ellos, y en tan sólo seis meses, ya los tengo muy en el fondo de mi corazón.
Hagamos que esto dure para siempre, hagamos que no sea una ilusión y que al despertar todo se haya ido, todo, París, el frío, los franceses y los "amigos". Hagamos que esto dure para siempre y que cada vez que querarmso revivirlos, podamos hacerlo tan sólo con mirarnos a los ojos y darnos un fuerte abrazo.
Los quiero, los quiero, los quiero y los voy a extrañar!
GRACIAS POR TODO!
Marisol.